La boca nos da mucha información acerca de las personas. Recuerdo que la mayoría de los papeles que le han dado a Julia Roberts son de una mujer que comunica demasiado de todo: Información, sentimientos, su vida privada, es decir, muy parlanchina. No es raro que en las películas de Hollywood elijan a los actores y actrices dependiendo sus características faciales. Y menciono a Julia Roberts porque es famosa por su gran boca y unos labios medianos.
Efectivamente los labios y el tamaño de la boca informan cómo y de qué manera se comunican las personas, qué tanto se atreven a dar información de sí mismos, y cuanto se guardan de su vida privada.
Cuando he recibido parejas que me piden interpretación de sus rostros y ver el grado de compatibilidad entre ellos, lo primero que observo es el tamaño de la boca de cada quién y el tamaño de los labios. En la interpretación oriental del rostro sugieren que tu pareja tenga una boca similar a la tuya. Y en mi experiencia he comprobado que cuando así sucede entre parejas, la comunicación fluye entre ellos de una manera asombrosa.
Una boca pequeña será de alguien que no expresa mucho de sí misma, se guarda cosas muy privadas y sólo les contará a los más allegados qué le sucede en un mal día, por ejemplo.
Una candidata ideal en relaciones públicas sería alguien con una boca grande, pues será capaz de convocar, proponer y reunir a diversos tipos de público.
En política es común ver a los grandes líderes con una boca pequeña, son muy sigilosos y se guardan información valiosa que con pocas personas comparten.
Pero recordemos que la cara expresa también emociones. Y la boca tiene un papel fundamental en expresar enojo, tristeza, asco, alegría, por mencionar algunas. Y es curioso observar emociones “congeladas” en el rostro de las personas.
A partir de la pandemia de COVID he observado (cuando la gente no tiene cubrebocas) emociones de enojo y tristeza de manera permanente en el rostro de las personas.
Y tú ¿sabes que tanta información transmite tu boca?